La fabulosa Suiza de Bohemia

Descubre el desconocido y romántico Parque Nacional de la Suiza de Bohemia, un extenso bosque en la República Checa que pasa por ser uno de los rincones más increíbles para los pintores románticos y, sin duda, toda una maravilla para el amante de los paisajes únicos.

Hoy viajamos a un paisaje místico, un paisaje de bosques de pino y valles exuberantes de los que sobresalen rocosas torres, puertas, muros, barrancos, ciudades de rocas y laberintos. Uno diría que estamos hablando de un universo extraño y misterioso, de un universo bello y lejano. Sin embargo, este lugar maravilloso y evocador se encuentra muy cerca. Estamos en la República Checa, en el extraordinario y desconocido Parque Nacional de la Suiza de Bohemia. Un mundo donde las rocas albergan animales poco corrientes y plantas verdes y singulares.

La historia de esta zona se remonta a muchos millones de años atrás, cuando este territorio no era sino el fondo de un mar poco profundo. De ese fondo de la arena nació el mundo de arenisca y de rocas que forman puentes y puertas de formas sorprendentes. ‘Suiza de Bohemia’ viene de ‘Suiza Sajona’, que es como se llama la parte alemana de areniscas del río Elba. Y el romanticismo de su nombre se debe a los pintores suizos Adrian Zingg y Anton Graff, quiénes trabajaban en la Academia de Dresde y pintaban el paisaje alrededor del río Elba.

El Parque Nacional de la Suiza de Bohemia forma parte del extenso conjunto de las Areniscas del río Elba y fue creado en enero del año 2000 y es el cuarto parque nacional de la República Checa. Un parque que enlaza con el Parque Nacional Sächsische Schweiz en el lado alemán. La mayor parte del Parque está formado por las Paredes de Jetřichovice, un conjunto de rocas y bosques prácticamente deshabitado, pero que es uno de los destinos turísticos favoritos, sobre todo los miradores de Mariina skála o Roca de María, Vileminina skála o Roca de Guillermina y Rudolfův kámen o Piedra de Rodolfo; o los llamados castillos de roca Šaunštejn, Y Falkenštejn.

Uno de los monumentos naturales más conocidos de esta parte del parque es el Monumento natural nacional de la Puerta de Pravčice. Un puente de roca único en Europa. Y uno de los lugares más populares es el Valle de Kyjov que continúa por la cañada de Křinice accesible en lancha desde la parte alemana. Otra de sus atracciones más conocidas son los desfiladeros en el río Kamenice. Un paseo romántico a lo largo del río cruzando pasarelas estrechas o un recorrido en lancha entre cañones rocosos será una experiencia inolvidable.

La parte sur del Parque Nacional abarca las Paredes de Děčín, donde se encuentran las cañadas de Kamenice, otro de los monumentos naturales más conocidos. Aunque las cañadas Tichá y Divoká también son lugares que visitan con asiduidad los turistas. Al norte de las cañadas se puede visitar el pueblo de Mezná, el único pueblo del parque. Un pueblecito encantador y coqueto que mantienen sus casa de madera tal y cómo se construían en el Siglo XVII.

Si te gusta el senderismo, este parque es uno de esos destinos que no te puedes perder. Desde la entrada de Hřensko, salen varios recorridos turísticos señalizados que llegan hasta las cañadas cercanas. con partes del camino que pasan por un laberinto de rocas, túneles y puentes. Y los pasos estrechos iluminados por la luz del sol mitigada por la vegetación, entre altos muros de rocas de arenisca cubiertas de musgo y helecho, son simplemente mágicos. Entre las rutas turísticas está también el Sendero de Gabriel que pasa la famosa Puerta de Pravčice.

Sin duda caminar y perderse entre la fabulosa naturaleza, las oscuras cañadas y las sinuosas y singulares formas rocosas es la mejor forma de conocer la Suiza Checa. Un placer para los sentidos especial para los amantes de la naturaleza.