El recordman del mundo de apnea Guillaume Nery ya que se atrevió a saltar en el abismo del gran Agujero Azul de Dean en las Bahamas, un lugar que no ha estado exento de peligro y en el que han muerto varias personas buceándolo.
El superhombre y campeón del mundo en la modalidad de free driver, apnea,Guillaume Nery, se embarcó en una aventura que para cualquier persona resultaría simplemente aterradora. Saltó a los abismos, en este caso azules con un «Salto Base» submarino, en el Agujero Azul de Dean en las Bahamas. Y no es algo sencillo.
Este agujero azul es el más profundo del mundo, con 202 metros que se adentran directamente hacia el interior de la tierra, un pozo oscuro del que cualquiera huye a simple vista. ¿Quién sabe qué puede emerger de las profundidades? El francés Guillaume Nery protagonizó una heroicidad, y el resultado fueron unas imágenes bellísimas que te dejan pegado a la pantalla. Da miedo solo verlo, acercándose tranquilamente a una caída en picado, a una entrada que parece la boca del lobo, situada debajo de la superficie del océano.
El Blue Hole de Dean ubicado en una bahía al oeste de Clarence Town en la isla Larga, en las Bahamas, es excepcional. Dobla en profundidad a cualquier otro agujero azul del mundo, tiene forma circular y la singularidad, de que se ensancha como una caverna, con un diámetro de 100 metros. No es sorprendente que esté considerado como una de las principales Maravillas Naturales del Mundo.
El Agujero de Dean es un lugar que parece salido de una película de terror, implacable, y que asusta a los habitantes de la zona. El 17 de noviembre de 2013, Nicholas Mevoli murió tras intentar establecer un récord en el agujero de Dean. Es un hecho que ningún ser humano ha llegado jamás a la parte inferior en la modalidad de buceo libre.
Guillaume Nery se sumerge en el agujero más profundo de la tierra. Se acerca al borde, se lo piensa y salta. Y no solo eso, le atrae lo desconocido y lo que encuentra es absolutamente increíble y aterrador. Su modalidad, la apnea, es el buceo libre, a pleno pulmón, sin oxígeno ni propulsores mecánicos, y en eso, él tiene el récord en 113 metros. Aguanta hasta siete minutos sin respirar. Toda una heroicidad. Disfruta de esta hazaña grabada por su novia también buceadora Julie Gautier.
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